En la vida pasamos por diversas épocas. En lo financiero se marca mucho… lo que pase o hagamos pasar en cada etapa construirá (para bien o para mal) lo que acontecerá en las siguientes.

Claro está que no para todos es igual, hablaré de la gran mayoría y de los comportamientos típicos y sus consecuencias. Los que no se sientan identificados pueden analizar su propia realidad y ver cómo construyen lo que desean con las mejores prácticas.

PRIMERA ETAPA, MANTENIDOS: Nuestros padres son los encargados de suplirnos el sustento. Vivir es muy fácil, abrimos la boca y todo está a la mano… ya sea para alimentarnos, vestirnos o divertirnos. Una etapa que suele terminar a los doce años para los menos pudientes, entre los dieciocho y los veintitrés, por lo general, y mucho más lejos para algunos.
La guía de nuestros padres durante esta etapa forjará nuestra vida profesional. Es común que alguien que lo recibe todo fácil, sin obligaciones a cambio, suela concentrarse en el dinero y no en los logros. Piensa que todo se conseguirá con lo que gane y como no le da mucho valor a lo que consigue se encuentra que todo es poco. Son la mayor fuente de personas infelices laboralmente y de ninis (los que ni trabajan ni estudian).
Aquellos que trabajan durante esta etapa le toman valor al trabajo, no tanto así al dinero. Como no tienen que trabajar por la moneda sino por deseo, el efectivo no pasa a ser la motivación, sino una consecuencia. Luego son más felices en sus trabajos y logran unas finanzas más sanas. No recomiendo obligar a los jóvenes dependientes a trabajar, pienso que es mejor motivarlos a ganar dinero. Esto complementado con una buena educación financiera y un ejemplo asertivo de los padres en su manejo financiero puede lograr una excelente trova de personas libres y con una alta autoestima.

SEGUNDA ETAPA, DEPENDIENTE DE UNO MISMO: Al salir de la realidad de mantenido nos encontramos en el mundo financiero real. Tenemos obligaciones e ingresos. Equilibrar lo uno con lo otro es cuestión de conocimientos y dogmas más que de arte de magia. El dinero no le alcanza al que no sabe mesurar sus deseos de acuerdo a sus posibilidades.
Siempre es posible gastar más, casi todos tenemos deseos por encima de los ingresos que podemos lograr. Lo más interesante es que podemos duplicar nuestras pretensiones con el simple hecho de duplicar nuestras esperanzas de ingresos… para muchos una promesa de cierre de un gran negocio es suficiente para irse de compras con el dinero aún no obtenido.
Erigir la próxima etapa dependerá del dogma que en mi libro Arco Iris Financiero enseño como: “El Porciento”. Gastar el 100% o más lo llevará a la pobreza senil. Construir capital para que trabaje para nosotros nos hará libre de trabajo y dádivas.

TERCERA ETAPA, LIBRE O ESCLAVO: Llega el momento en que no podemos trabajar, no queremos o no nos quieren en el trabajo. Cualquiera de las opciones nos deja fuera de la creación de ingresos a base de nuestro accionar diario. Estamos obligados a vivir de lo producido: si fueron deudas estaremos pasando a una etapa horrible; si no construimos ningún capital estaremos obligados a recibir de alguien para poder seguir adelante; si nos dedicamos a guardar y con conocimientos financieros hacer crecer lo reservado tendremos ingresos pasivos sin necesidad de pedir o trabajar.