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CÓMO MANEJAR LOS ARREBATOS DE IRRITABILIDAD

Por: Profra. Pilar Díaz Rivera De López

Querida Asistente/Secretaria/:

La presencia profesional requiere de credibilidad, por lo que es muy importante que los demás confíen en ti. Es muy problemático trabajar con personas emocionalmente inestables, con conductas agresivas, malhumoradas, descontentas y sin control.

Conoce tus frustraciones y tus mecanismos de agresividad, identificando entre estas situaciones las que te hacen perder tu ecuanimidad:

1.-Llegar siempre a tiempo y tener que esperar continuamente a las mismas personas.

2.- Recibir un tratamiento descortés por parte de los ejecutivos o empleados de otros departamentos.

3.- El que constantemente te pidan que te encargues de los quehaceres domésticos de la oficina.

4.- Ser deliberadamente engañada.

5.- Trabajar con alguien que se niega a admitir sus errores.

6.- Tratar con alguien que constantemente te interrumpe en cualquier conversación, en las juntas o que termina por ti tus oraciones.

7.- Cuando divulgan tus confidencias.

8.- Con quien te hace quedar como inepta, mal informada o tonta enfrente de los demás.

AJUSTE DE ACTITUDES

Hay ciertas maneras efectivas para responder a las situaciones conflictivas sin tener que enojarse. Los siguientes dos métodos son aconsejables para sortear los disgustos en la oficina:

MÉTODO 1 –LA CARA IMPÁVIDA

En lugar de actuar a la defensiva y enojarte, no tengas ninguna reacción. Mantén ocultas todas las señales de contrariedad. Entre menos hables será mejor.

Por supuesto, no puedes reprimir tu ira oculta para siempre, no es saludable. Para desahogarte escoge la manera correcta: puedes tratar el asunto con el agresor en privado, ventilar tu disgusto haciendo ejercicio, o abrir tu corazón a una amiga.

MÉTODO 2 –LA CARA PACIENTE

Algunas veces ante un chispazo de ira, reaccionamos de inmediato. No escuchamos, nos pega donde nos duele y perdemos la lógica.

Si tenemos paciencia y esperamos el momento preciso, nuestro coraje puede ser dirigido y canalizado positivamente. Esta actitud nos dará una apariencia de control. La vieja técnica de contar hasta diez puede ser efectiva. Ve a la persona a los ojos por unos segundos, cuando hables hazlo despacio, sin alzar la voz, cuidadosamente mide tus palabras. Si tu jefe es el detractor, sigue la misma táctica, te ayudará a mantener tu dignidad.