Gracias por la oportunidad de compartir con la familia FIAS mis experiencias y vivencias durante el tiempo que tuve el honor de pertenecer a su Consejo Directivo. FIAS para mí es el significado de FE, IDEALISMO, AMISTAD Y SUPERACIÓN, tal como lo indica su sigla, pero sentido realmente en el corazón y evidenciado en el actuar en todo momento y circunstancia.
Empezaré comentándoles la gran emoción que sentí al asistir, como socia, por primera vez a un Congreso Internacional que congrega a colegas de diferentes países; fue muy interesante comparar las dificultades y las soluciones, los avances y los logros obtenidos para la profesión secretarial; también aprender de los expositores como mejorar en el desempeño de nuestras funciones, apreciar el folklor de cada país, y lo que más valoro, el contacto personal, las sinceras amistades surgidas en esa oportunidad y en las subsiguientes que perduran hasta el momento. Luego, como Presidenta de CONAPSE Perú, asistí a varios congresos internacionales y en cada uno de ellos mi aprendizaje acerca de FIAS se enriqueció.
Cuando años más tarde el Altísimo me permitió formar parte del Consejo Directivo de la Federación Interamericana de Secretarias y juré, en la impresionante Ceremonia de las Luces, cumplir con las funciones inherentes al cargo, sentí la responsabilidad de ya no sólo pertenecer como asociada a la gran familia FIAS sino la oportunidad de brindar lo mejor de mí para coordinar, junto a los miembros del Consejo Directivo, el apoyo a las asociaciones afiliadas.
La Vicepresidencia de la Zona III estaba conformada por Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú, y Uruguay. Fue una gran experiencia la vivida en esa etapa, me preocupé por conocer a profundidad el quehacer de cada afiliada a fin de unificar criterios que conllevaran a un mejor desenvolvimiento en sus propias instituciones así como en FIAS; la comunicación con las afiliadas fue constante, así lo demuestran las cartas, llamadas telefónicas, el contacto directo en los viajes programados por FIAS, y en todo momento recibí su apoyo y cariño, aprendí mucho, tuvimos una excelente relación.
Tuve la satisfacción de contactarme con Brasil porque, para FIAS y particularmente de la Zona III, era una meta volverla a afiliar. También allí la relación fue excelente y abrimos el camino para su reconquista.
Ahora que el tiempo pasó y el mundo siguió su curso, me queda la alegría de las vivencias, los buenos recuerdos, la satisfacción del deber cumplido, mi crecimiento personal, profesional y, lo más valioso, las sinceras amistades.
Recuerdo que el tema de uno de los congresos internacionales fue: el cambio; en los años transcurridos se han producido y se siguen produciendo constantes cambios a nivel mundial, local, institucional, familiar y personal. La Federación Interamericana no ha estado ajena a los cambios, y el superar los desafíos para lograr sus metas depende, como desde su inicio, del aporte profesional que sus afiliadas.
Mi recomendación a los países que conforman FIAS en estos momentos, es que le demuestren su capacidad de unión, de compañerismo y de entusiasmo, dejando atrás con valentía cualquier rasgo negativo que imposibilite este propósito. Que los valores caracterizados en quienes tuvieron la idea futurista de fundar la Federación Interamericana de Secretarias y de quienes continuaron con la labor integracionista, se evidencien, hoy más que nunca, a fin de que vuelva al surgir el esplendor del cual nos sentimos tan orgullosas y que las futuras generaciones sigan siendo representadas y beneficiadas por ella.
Dios bendiga y la Santísima Virgen ampare a todas las integrantes de la familia FIAS.
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