Hábito #1: No hacer una buena gestión de compras
La gestión de compras constituye el factor de éxito para muchas empresas ya que permite satisfacer la demanda del cliente de manera oportuna a la vez que se disminuyen los costos de adquisición.
Adquirir productos por corazonadas, sin motivos claros que respalden tu decisión, puede dañar seriamente tu empresa.
Solución: antes de adquirir algún producto pregúntate si la compra es necesaria. La mejor manera de conocer la respuesta es llevar un cómputo responsable de todas las entradas y salidas de productos; y realizar proyecciones de venta basadas en el número ventas a través del tiempo, tomando especial atención en el comportamiento por temporada.
Hábito #2: no darle importancia a las comisiones
Seguro te ha pasado que sales a comprar algo, no aceptan pago con tarjeta y decides acudir al cajero más cercano a retirar dinero, aunque no sea del banco en el que tienes tu cuenta.
Puede que consideres que la comisión no es alta, pero ¡cuidado!, este tipo de comisiones, así como las de manejo de cuenta, seguros de vida, etc. pueden estar consumiendo parte de tu dinero sin que lo notes.
Solución: acude a tu sucursal bancaria más cercana o asesor de seguro, según sea el caso; pregunta por los cargos mensuales que tienes a tu tarjeta y cancela los que no consideres necesarios.
Si adquieres una tarjeta de crédito para uso de la empresa averigua qué banco ofrece la tasa de interés más baja.
Analiza los beneficios que otorga una tarjeta empresarial en contra de una cuenta personal y cambia tu tarjeta cuando sea el momento indicado.
Hábito# 3: sucumbir a los antojos en horario laboral
Sí, ser emprendedora también implica tener un horario laboral. Dentro del cual, seguramente, se te antojará algún bocadillo que hará que te levantes de tu escritorio y acudas a la tienda más cercana, a veces, sin saber qué quieres.
Solución: cuando tengas un antojo, enfócate en trabajar. Un antojo puede derivar en otro y puedes terminar gastando lo que cuesta una comida corrida completa.
Si no puedes controlar tus impulsos, una buena opción es llevar contigo algún bocadillo a la hora de trabajar. Si eliges algo como fruta picada, además de ahorrar, estarás cuidando tu salud.
Hábito #4: no revisar tus pagos mensuales
No nos referimos al pago mensual del agua o la luz, sino a esos servicios, como subscripciones, que adquieres para uso personal o de tu empresa, pero que no utilizas regularmente.
Solución: checa qué programas tienes contratados, aquellos que sólo pagas por costumbre, y da de baja tu suscripción. Al hacerlo, tendrás un poco más de dinero que puedes encausar en otros temas y recursos, probablemente más necesarios para el crecimiento de tu negocio.
Por último, está el hábito de salir entre semana o cada fin de semana a comer a algún restaurant o pasar el tiempo con amigos.
No estamos diciendo que te quedes en casa siempre, pero si estás por invertir en tu negocio, te recomendamos que trates de disminuir esas salidas sociales en donde terminas gastando más de lo que tenías planeado.
Solución: puedes enfocarte en realizar actividades recreativas de bajo costo como salir a pasear al parque o visitar un museo los días de promoción. Antes de salir, toma una libreta y realiza un pequeño presupuesto.
Conclusiones
Recuerda, hay algunos hábitos que probablemente se vean como algo insignificante de manera individual, pero en suma podrían ser una cantidad extra que invertir en tu negocio.
Ten en cuenta que eres emprendedora y vas aprendiendo en el camino; así que si tienes algún gasto que te haga la vida imposible o alguna recomendación al respecto, esperamos leerla.
No hay comentarios