El futuro financiero puede llegar, lo podemos traer o podemos llegar a él. Vivir siempre en un mejor futuro es mi dogma favorito.
En un caso se decide vivir ya en el futuro financiero, trayéndolo a nosotros. En la otra opción decidimos dar un paso firme y largo para llegar antes de lo premeditado.
Cuando gastamos exactamente lo que recibimos es lo que llamo vivir el presente en el presente. No hemos adelantado ni retrasado nuestro tiempo. Al construir deudas estamos viviendo en el futuro, recibimos en el presente lo que íbamos a disfrutar en el futuro. Si ahorramos estamos retrasando el futuro, dejamos de disfrutar a plenitud el presente con tal de vivirlo más adelante. Veamos con detalles el futuro de las tres situaciones.
- Vivir el presente en el presente: Para muchos una excelente opción, no causa estrés por no tener deudas malas y tampoco dejamos de vivir a plenitud por guardar parte de lo que nos ganamos. Mientras estamos produciendo es una situación sin altibajos. El inconveniente llega cuando peligra nuestra fuente de ingresos. Momento en que el estrés se encarga de nuestra vida influyendo negativamente en gran parte de nuestro accionar. Si llegamos a perder las entradas monetarias se complica nuestra existencia. No hay reservas, sin esa tranquilidad tenemos que reaccionar, como tomar un empleo por debajo de nuestras expectativas y preparación. El resultado puede influirnos de por vida… la inconformidad en el trabajo se arrastrará por mucho tiempo.
- Vivir el futuro en el presente: Mientras más gane, más fácil es de lograrlo. Las tarjetas de crédito pueden ser el primer paso, adelantan unas semanas las adquisiciones. Si paga a tiempo no hay inconvenientes, pero no es gran cosa lo que habrá adelantado. Préstamos de consumo llegan a la mano y logrará obtener hoy lo que se ganará en algunos meses o años. El inconveniente es que eso tiene un costo… sí, la impaciencia cuesta. Parte de lo que gane en el futuro no podrá adquirir nada, ya es propiedad del que le prestó dinero. En poco tiempo tendrá menos dinero disponible aunque el ingreso siga igual. Comenzará a vivir rápidamente en el pasado. No hablo de 20 años más adelante, me refiero al mes en que saque parte de su ingreso para pagar intereses.
- Vivir el presente y el futuro más adelante: Algunos deciden sacar parte de lo que ganan para utilizarlo más adelante. No le sacan todo el provecho a sus ingresos. Su presente no es presente, viven con un poco de atraso, como si no hubiesen recibido un aumento (que conste: el dinero que se guarda es el de los desperdicios, como explico en mi libro Arco Iris Financiero).
Cuando reúnen el dinero para una adquisición es como colocarse en el presente, pero con atraso. Su diferencia con el que adelantó el futuro es que ahora él está en el presente y el otro ya está en el pasado. Si requieren dinero para una emergencia no tienen que recurrir al dinero ajeno… aquí una diferencia vital. Los otros dos esquemas llevan a un retraso en su vida financiera, este tercer caso estará en el presente. En el momento de requerir capital para algún negocio ya lo tiene y de inmediato lo pone a trabajar, pasando al futuro. Los demás se quedarán observando desde el pasado o entrarán en deudas, lo que los hace trabajar para otros. Tener dinero genera dinero, es otra forma de aumentar nuestros ingresos, o sea, ir más allá… viendo a los otros pagar por haber vivido por adelantado.
Por: Diego Sosa
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