Cambiar de trabajo puede ser un trauma, tanto antes como después de la decisión. Muchas veces no depende de lo que queremos, sino del riesgo que podemos o debemos correr.

No es lo mismo un joven sin responsabilidades y bajo la protección de sus padres, que una persona de la cual, económicamente hablando, dependen otros.

Si no conoce mi concepto del águila y el papagayo se lo resumiré: El papagayo se queja de todo pero no hace nada por mejorar su situación. El águila vuela alto, se arriesga y busca soluciones a los problemas. Es como ser víctima o protagonista. A unos se les escucha desde lejos y los otros hacen lo que tienen que hacer para conseguir lo que se plantean como objetivos.

Plantearé a continuación algunos de los temas que hacen que un águila quiera volar a otro trabajo. Si usted es de este tipo de personas o maneja un equipo, le será de utilidad la información:

Los compañeros o el jefe: Aunque me parece que todos nos desmotivamos con esta situación. La diferencia es que un águila buscará la forma de dejar ese ambiente. Si usted maneja un equipo y se da cuenta que solo tiene papagayos, es hora de revisar su gestión, o no sabe elegir, o está dejando ir los mejores talentos. Un águila no durará demasiado en medio de una jaula de papagayos comandada por el superpapagayo.

Por ser alguien más: Cuando una águila siente que no hace la diferencia muy posiblemente se desmotive y busque volar más alto. Está en su ADN generar cambios. Un trabajo mecánico, repetitivo y sin relevancia la frustrará.

Se siente enjaulada: Considerarse con las alas cortadas suele ser muy peligroso. Causa depresiones y una inconformidad constante. Buscar retos, hacer tareas diferentes y sentir progreso está en su naturaleza. Su zona de confort está fuera de la zona de confort… es infinita.

No lograr equilibrio entre el trabajo y la vida: Podemos confundirnos, un águila ama dar todo por el trabajo. Puede pasar 24 horas laborando de ser necesario para que las tareas salgan bien, pero todo es para tener una vida. Si siente que ese equilibrio no se puede lograr por lo general pensará en salir volando.

Puesto inflexible: Mientras más procesos rígidos tenga el puesto o la empresa, más dificultad le dará retener a las águilas. Sé que se deben tener procesos, pero ellos deben ser los mejores y estar abiertos a mejoras. Cuando se cierran afectan las posibilidades de progreso y a los empleados que pueden generar una mejora continua.

Productividad solo en exigencias: Las águilas se concentran en resultados. Las empresas de hoy también. Podríamos decir que están totalmente alineados y no habría problemas. El inconveniente aparece cuando personas intermedias no saben lidiar con las presiones que significa estar por debajo del presupuesto. Llenar de juntas y llamadas de exigencia, caras largas y un látigo y procesos burocráticos no ayudan a las águilas, solo entorpece su camino al éxito en lograr las metas.

Hay más razones que llevarían a un águila a cambiar de empleo, o peor, a pensar todo el tiempo en hacerlo y no ejecutarlo por razones de peso. Tener un águila enjaulada no es de provecho, hay que hacerla volar y guiarla para que la caza se la mejor… hay que ayudarle a que el empleo valga su bienestar personal y el de los que de ella dependen. Todo sobre los cambios y cómo hacer que trabajen para nosotros está en mi libro: ¿Forastero yo?