BOLETIN N° 31 DE FESECHI-CHILE
Santiago, Agosto del 2014
FEDERACION DE SECRETARIAS DE CHILE Agustinas N° 814-oficina 303-Piso 3 . Santiago-
Queridas amigas como ven ya FESECHI está trabajando junto con CENAC en este nuevo congreso donde una vez más tenemos la oportunidad de compartir con tantas queridas colegas que vienen del extranjero y de Chile.
Por ello hoy estamos haciendo llegar toda la información de un brillante programa que ha elaborado acuciosamente nuestro querido amigo Benjamin Trajman quien en esta ocasión ha invitado a expositores de países amigos y profesionales chilenos, los que nos entregaran esos maravillosos temas que recrean el alma y nos hacen mirar la vida con más optimismo y fe en el futuro.
Recuerden que con el cariño de siempre Chile las estará esperando para compartir con cada una de ustedes este tiempo de vida.
Las abraza con cariño.
Maria Obeid Inostroza
Presidenta de FESECHI
LA TORTUGA Y LA LIEBRE
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida para dirimir el argumento, decidieron correr una correr una carrera, buscaron una ruta y comenzaron la competencia, la liebre largó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo, luego al ver que llevaba mucha ventaja decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha, pero pronto se durmió, la tortuga, que andaba con paso lento la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.
MORALEJA .LOS LENTOS Y ESTABLES GANAN LA CARRERA.
La historia no termina continúa.
La liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores . Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada, si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido, entonces desafío a la tortuga a una nueva competencia, esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.
MORALEJA LOS RAPIDOS Y TENACES VENCEN A LOS LENTOS Y ESTABLES
Pero la historia no termina aquí
Tras ser derrotada la tortuga, reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad como estaba planteada la carrera, ella perdería, por eso, desafío nuevamente a la liebre y aceptó, corrió a toda velocidad hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre que no sabía nadar, se Preguntaba ¿ QUE HAGO AHORA. La tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso en primer lugar
MORALEJA quienes indican su ventaja competitiva – saber nadar- y cambiar el entorno para aprovecharla, llegan primero.
Pero la historia no termina aquí.
El tiempo pasó y tanto compartieron la liebre y la tortuga que terminaron haciéndose buenas amigas, ambas reconocieron que eran bunas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo.
En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río, allí la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y sobre la orilla de enfrente, la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción de aquella que habían experimentado en sus logros individuales.
MORALEJA Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales.
Pero a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos competentes efectivos siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.
Es importante advertir que ni la liebre ni la tortuga, abandonaron la carrera, la liebre evalúo su desempeño y reconoció sus errores decidiendo poner más empeño después de su fracaso, por su parte la tortuga, al ver que la velocidad era su debilidad, decidió cambiar su estrategia y aprovechar su fortaleza como nadador en un nuevo recorrido.
Después de varias contiendas la tortuga y la liebre descubrieron que unidas logran mejores resultados.
Cuando afrontamos un desafío, hay veces que es mejor tomarse las cosas con calma y confiar en uno mismo, Otras, conviene esforzarse más allá de los propios límites, otras es más efectivo cambiar la estrategia e intentar algo diferente, hay veces donde lo más apropiado es unirse con otras personas.
La liebre y la tortuga aprendieron otra lección vital, cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, completamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos y obtenemos mejores resultados.
Todos tenemos carreras por delante y hay muchas maneras de ganarlas. Hay muchas liebres, y tortugas en el camino como metas que alcanzar en el transcurso demuestras vidas, por ello debemos mirar con sabiduría y alimentarnos siempre del espíritu del amor, el esfuerzo , la confianza en nosotros y no decaer el tiempo, espacio es así hay momentos de ser ganadores y otros de perder, pero ello nos debe fortalecer y pensar que el trabajo en equipo nos lleva al logro de los objetivos que nos trazamos en la vida.
MORALEJA . LA TORTUGA Y LA LIEBRE nos dieron una enseñanza maravillosa no la desperdicies.
Agradecemos la importante colaboración de martita de Lima.
HABLEMOS DE FÚTBOL
Todo es fútbol hoy. La gente, la TV, las redes sociales, la publicidad, inundados de slogans, afiches, juguetes, gorros, banderines, las famosas poleras…cuento de nunca acabar…Este deporte prioritariamente masculino ha penetrado el ámbito familiar, abriendo el paso a la mujer.
Y, ¿Hablemos, entonces, de una mujer futbolista? Se trata de Lydia Nsekera, primera mujer elegida como miembro del Consejo Ejecutivo de la FIFA, autoridad máxima del fútbol mundial. 23 hombres, ella, la única mujer.
Al leer un artículo sobre esta extraordinaria mujer, me dediqué a investigar su infancia, su vida, cómo este deporte la formó en el líder que es hoy. Nació en Burundi -¿Dónde está ese país? En Africa oriental, tiene 28.000 Km2 y un población de 9 millones de habitantes. Es uno de los países más pobres del mundo, y ha estado sujeto a constantes guerras civiles y dictaduras. En este entorno su niñez estuvo siempre ligada al fútbol. Su padre era fanático, tenía un club local, Lydia, jugaba en las polvorientas calles de su barrio, y seguía a su padre a las canchas, donde observaba feliz, él nunca la rechazó por ser mujer.
A medida que iba creciendo el fútbol seguía siendo su impulsor, se unía a campeonatos juveniles y adultos, llegando a ser Presidenta de la Federación de Fútbol de Burundi. Su vida privada la marca con su divorcio, dos hijos, uno de ellos, Down. Sin embargo, su carácter fuerte, su carisma, la lleva al liderazgo. Con sufrimiento no puede ir con el equipo burundés a la Copa del Mundo de Sud Africa, por falta de medios económicos.
Destaca en Lydia, esta pasión por un deporte, pero más que esto, son sus declaraciones, al ser entrevistadas en sus viajes por el mundo: “el futbol lleva felicidad, entusiasmo, alegría a miles de personas, especialmente a los niños, tiene un rol social indiscutible”.
Una vez más la mujer gana terreno demostrando que sus posibilidades son amplias, tan amplias como para incorporarse a este deporte, y tener la “garra” para triunfar!
María Eugenia Azócar – Junio 2014
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